Cualquier ocupación que implique la exposición crónica, diaria y continuada a los ruidos de tono alto puede producir pérdida de la audición secundaria a lesión del nervio terminal. La mayor atención que se presta a las condiciones laborales ha disminuido sustancialmente la probabilidad de sufrir pérdida auditiva relacionada con el trabajo.
Traumáticas
Perforación traumática del tímpano
Fractura craneal (hueso temporal)
Trauma acústico como el producido por explosiones, fuegos artificiales, armas de fuego, conciertos de rock y audífonos
Barotrauma por diferencias en la presión
Tóxicas
1
Antibióticos aminoglucósidos
2
Ácido etacrínico oral
3
Aspirina
4
Cloroquina
5
Quinidina
Envejecimiento
Pérdida auditiva relacionada con el envejecimiento (presbiacusia)
Otras
Enfermedad de Meniére
Neuroma acústico
Aspirina
Cloroquina
Quinidina
Pérdida de la audición temporal (o en ocasiones, permanente)
1
Acumulación de cera en el canal auditivo
2
Cuerpo extraño ubicado en el canal auditivo
3
Lesión en la cabeza
4
Alergia
5
Obstrucción de las trompas de Eustaquio
6
Tímpano perforado o cicatrizado
7
Infecciones de oído (otitis externa crónica, otitis media crónica, otitis externa maligna)
8
Reacción a medicamentos como los aminoglucósidos, la cloroquina y la quinidina
Nota: puede haber otras causas para la pérdida de la audición, además de las mencionadas. La posibilidad de incidencia de las mismas no está determinada por el orden en que éstas se presentan. Entre las causas de este síntoma se pueden citar enfermedades y medicamentos poco comunes. Además, las causas pueden variar según la edad y el sexo de la persona y las características específicas del síntoma, tales como localización exacta, calidad, duración, factores agravantes, factores atenuantes y enfermedades asociadas.